Carta a mi mujer interior.. / Letter to the inner woman

Carta a mi mujer interior..

En estos días he leído un cuánto hay de opiniones respecto a la perspectiva del despertar feminista, guarde silencio  y me reservé a publicar esta entrada hasta hoy, pues entendí que el momento era de las mujeres en toda su expresión y expansión, pues de ellas proviene el grito y en su SER resuenan las dolencias del modelo con olor a patriarcado ciego y nauseabundo en el que nos estábamos moviendo hace ya bastante rato para mi gusto. Pero quién soy yo para dar una opinión respecto de este asunto, primero no necesito más que ser un hombre agradecido y consciente que las mayores bendiciones llegaron a mi vida en formato femenino, pues fue mi madre quién no solo me dio la vida, sino que además batalló en la suya por mí en los años en los que no podía valerme por mí mismo, ojalá nunca me olvide quien sufrió para parirme, fue en mi abuela que aprendí el valor de hacerse responsable y de la lucha incesante por conseguir los propósitos, usar los modales, a dar las gracias y sobre todo a ser respetuoso, aunque a veces me domine la emocionalidad de la impotencia.

Mis tías, mis cuidadoras, mi madrina y primas me enseñaron a reírme, a jugar, a pelearnos y a querernos a pesar de las diferencias,  algunas fueron las hermanas que no tuve, pero que quise con mucha intensidad, luego vinieron las amigas y las más que amigas quienes me enseñaron a respetarlas y a cuidarlas, conocer lo que piensan, que les hace feliz, que les hace llorar y que las mueve, en gran medida fueron las maestras de lo que vendría después que es sin duda la mayor expresión de la importancia de la mujer en la vida de un hombre, mientras escribo esto pienso solo en lo que cada una me entregó, alguien podría pensar que eran perfectas, pero no, algunas tenían incluso más defectos que yo, pero aun así se los agradezco, pues no cambiaría nada de lo que aprendí de ustedes, si cambio algo perdería mi hermoso presente en el que puedo abrazar en una mujer la expresión máxima del amor en todas las dimensiones y quienes me conocen saben que hablo de Claudia mi compañera quien día a día me hace conocer una mejor versión de mí, y me muestra una mejor y extraordinaria versión de ella, no voy a exponer tantas cosas de ella, pues ella suele ser más reservada, solo diré que no se presenta en mi vida así no más, fue con ella que trajimos  dos pequeñas versiones de nuestro amor, en Trinidad la mayor conocí el amor profundo, con quien aprendo a conocer algunos aspectos de la adolescencia femenina y la transformación de la personalidad y que además me muestra que la rebeldía y el coraje tienen recompensas para el alma, sabia y bella como su madre y tiernamente delicada como su abuela (mi suegra), pero única como ella. Mariana la pequeña es toda la alegría del mundo en un solo ser, increíblemente consciente y generosa, una gran maestra del autoconocimiento pues mientras avanzamos en su crecimiento vamos descubriendo juntos como resolver los miedos y las dudas de una niña pequeña que abre sus ojos al mundo que no está hecho para niñ@s y donde las mujeres corren una insólita desventaja y no por que los hombres de estas generaciones lo hayamos decidido, nada contra mi género, muy por el contrario, sino porque hemos guardado silencio y nada muy concreto hemos hecho por hacer algo distinto que busque cambiar los paradigmas añejos para que los nuevos caminen hacia un espacio equitativo y justo, después de todo antes de ser mujer u hombre se es “ser” el género no debería ser signo de más o menos, me parecería una postura fácil y cómoda, pensar así.  ¿Qué he hecho yo? Bueno, aprender, estar atento, ojos y corazón abiertos con  humildad frente a los errores de mi construcción como hombre. En el año 2008 tuve la gran oportunidad y privilegio de ser el primer psicólogo de género masculino en trabajar en un programa del servicio nacional de la mujer (Sernam) en temas de la perspectiva de género, instalando competencias para la prevención de la aparición de la violencia en el pololeo, tanto en hombre como mujeres. El programa no prendió, pero aprendí como las políticas públicas en torno a esto, eran absolutamente paternalistas y como obedecían a acciones reactivas, más que preventivas frente a los horribles flagelos y abusos que me tocó ver y de los cuales me sentía curtido pues nada tenían de distinto de lo que había visto en mi infancia y en distintos escenarios, donde incluso vi a un vecino asesinar a su esposa, solo porque no quería estar más con él debido a su alcoholismo y agresividad. Con solo 14 años ya me daba cuenta que eso no estaba bien y cuando digo que las políticas eran reactivas es porque solo actuaban con medidas parches posterior a la ocurrencia de los hechos sin atacar la raíz del asunto que es el modelo, obvio no les sirve gente sanita actuando y viviendo en comunidad, le es más servicial el paradigma de dividir para gobernar y el sistema protocolar del estado era bastante deficiente por decirlo suave.

Con alegría veo que las cosas van cambiando, pues no se necesita que nos digan que hacer para hacer las cosas bien ¿o si?, entendiendo y tomando consciencia que el feminismo no es una bandera de lucha en contra de los hombres y que se deba tomar prisionero el grito para caer en peleas de niños incomodados que se toman las cosas de manera personal haciendo caso a su ego herido y sin escuchar a su ser esencial, ni de quienes quieren radicalizar el movimiento sin usar el criterio en su justa medida.

El poder del matriarcado actuando en completa armonía con el padre protector y racional, nos llevará a la creatividad pura del complemento perfecto, a fundirnos en la apertura colaborativa de estos dos elementos que están dentro de cada uno de nosotros, quien no logra ver eso sigue estando ciego y prisionero de la soberbia y se está privando de la plenitud y paz del equilibrio y peor aún está privando de eso a quien dice amar, pues hay que ser ciego mental para no ver de las increíbles capacidades y profunda sabiduría de lo femenino.

Por eso le escribo esta carta a la mujer que vive en mí, al resonar femenino que dejo mi madre, mi abuela y mis antepasados mujeres, que nada tiene que ver con la sexualidad para quien tenga en la mente la picardía del sentido del humor, le escribo para agradecerle, para inclinarme frente a su enorme amor, compasión y sabiduría, para invitarle a que nunca deje de sentir, pensar y luchar con valentía por lo que es justo y necesario como el equilibrio de lo que me permites experimentar, para entender sin juicios.

A mi hijo le repito lo que le dije en su despertar. “un caballero siempre será recordado en la vida de una mujer si este aprende a respetarla, si entra en su vida intente hacerla mejor de lo que era, sino mejor quédese fuera.” 

siempre tendremos una mujer a quien dar gracias 

Larga vida al que lee, al que escucha y al que cree.

Haz el bien, hazlo bien, pásalo bien…

Letter to the inner woman

In these days, I have read a bit there are opinions about the perspective of the feminist awakening, keep silent and I booked to publish this post until today, because I understood the moment was of women in all its expression and expansion, because they scream and In his BE resound the ailments of the model with the smell of blind and nauseating patriarchy in which we have moved long ago for my liking. But who am I to give an opinion on this matter, first I need only to be a grateful and conscious man that the greatest blessings came to my life in a feminine format, because my mother who not only gave me life, but also he struggled in his for me in the years when I could not use myself, I hope I never forgot who suffered for giving birth to me, it was in my grandmother that I learned the value of taking responsibility and the incessant struggle to get them, use manners, to thank and above all to be respectful, although sometimes the emotionality of impotence dominates me.

My aunts, my caregivers, my godmother and cousins ​​taught me to laugh, play, fight and love each other despite the differences, some were the sisters I did not have, but I loved very intensely, then the friends came and the more than friends who taught me to respect and care for them, to know what they think, that makes them happy, that makes them cry and move, were largely the teachers of what would come after that is undoubtedly the greatest expression of the importance of woman in the life of a man, as I write this I think only of what each one gave me, someone might think they were perfect, but no, sometimes even more flaws than me, but I still thank them, because I would not change anything From what I learned from you, if I change something I would lose my beautiful present in which I can embrace in a woman the maximum expression of love in all dimensions and those who know me that I speak of Claudia my companion who day by day It makes me know a better version of me, and shows me a better and extraordinary version of it, I will not expose so many things about her, because she is usually more reserved, I will only say that she does not appear in my life like this anymore, it was with her that we brought two Small versions of our love, in Trinidad I met the deepest love, with whom I learn to know some aspects of female adolescence and personality transformation and that also shows me that rebellion and courage have rewards for the soul, wise and beautiful as her mother and tenderly delicate as her grandmother (my mother-in-law), but unique as her. Mariana the little girl is all the joy of the world in a single being, incredibly conscious and generous, a great teacher of self-knowledge because as we move forward in her growth we discover together how to solve the fears and doubts of a little girl who opens her eyes to the world that it is not made for children and where women run an unusual disadvantage and not because we men of these generations have decided, nothing against my gender, quite the contrary, but because we have kept silent and nothing very concrete we have done for to do something different that seeks to change the old paradigms so that the new ones walk towards an equitable and fair space, after all before being a woman or a man it is “being” the gender should not be a sign of more or less, it would seem like a position Easy and comfortable, think like that. I've done? Well, learn, be attentive, eyes and heart open with humility in the face of the mistakes of my construction as a man. In 2008 I had the great opportunity and privilege of being the first male psychologist to work in a program of the National Women's Service (Sernam) on gender issues, installing skills for the prevention of the emergence of Violence in pololeo, both in men and women. The program did not turn on, but I learned how public policies around this, were absolutely paternalistic and how they obeyed reactive actions, rather than preventive against the horrible scourges and abuses that I had to see and of which I felt tanned because they had nothing different from what I had seen in my childhood and in different settings, where I even saw a neighbor murder his wife, just because he didn't want to be with him anymore because of his alcoholism and aggressiveness. With only 14 years I already realized that that was not right and when I say that the policies were reactive it is because they only acted with patches after the occurrence of the events without attacking the root of the matter that is the  business model,  he obviously does not serve healthy people acting and living in community, the paradigm of dividing to govern is more helpful and the state's protocol system was quite deficient to put it mild.

With joy I see that things are changing, because they do not need to be told what to do to do things well, understanding and becoming aware that feminism is not a flag of struggle against men and that the cry should be taken prisoner to fall into fights of uncomfortable children and things are taken in a personal way paying attention to their wounded ego and without listening to their essential being, nor of those who want to radicalize the movement without using the criterion in its proper measure.

The power of matriarchy acting in complete harmony with the protective and rational father, will lead us to the pure creativity of the perfect complement, to merge into the collaborative opening of these two elements that are within each of us, who fails to see that continues being blind and a prisoner of pride and depriving oneself of the fullness and peace of balance and even worse is depriving those who say they love, because we must be blind from the tremendous capacities and profound wisdom of the feminine.

That is why I write this letter to the woman who lives in me, to the feminine resonance left by my mother, my grandmother and my female ancestors, which has nothing to do with sexuality for those who have in their mind the mischievous sense of humor, I am writing to thank you, to bow down in front of your enormous love, compassion and wisdom, to encourage you to never stop feeling, thinking and fighting bravely for what is fair and necessary as the balance of what you allow me to experience, to understand No judgments.

I repeat to my son what I said in his wake. “A gentleman will always be remembered in the life of a woman if he learns to respect her, if he enters his life try to make her better than she was, but better stay out.”

Long live the one who reads, the one who listens and the one who believes.

Do good, do it well, have fun ...